martes, 19 de abril de 2011

Why me (¿Por qué yo?)

En algún momento de 1972, mientras Kris andaba inmerso en la composición y grabación de temas del álbum Jesus was a Capricorn, participó con Connie Smith en un festival benéfico y tras el concierto la cantante lo convenció para que lo acompañase un día a una sesión en el Templo Evangélico del Reverendo Jimmy Snow en Nashville, un centro religioso que se había vuelto tan popular entre el sector de artistas country que ya era conocido como la Iglesia de las Estrellas de la Música Country.

Por aquel entonces Kris sólo creía en su guitarra y en la botella de bourbon (Four Roses, como Janis, habitualmente), aunque últimamente la silenciosa Rita Coolidge también ocupaba parte de sus pensamientos, aunque como al parecer también a ella le gustaba la priva...


Kristofferson aceptó, más por curiosidad que por inquietud espiritual, incapaz de imaginar el episodio que iba a vivir. Él mismo explica, en el vídeo que cuelgo más abajo, lo extraño que resultó aquello. Comenzó a ver cómo la gente se emocionaba y rezaba, y cómo entonaban entre lágrimas canciones como ‘Help me’, de Larry Gatlin (que él mismo acabaría grabando). Poco a poco comenzó a sentirse contagiado por una extraña sensación, igual que el que termina disfrutando de un concierto de un artista al que no conoce, pero se ve animado por la euforia colectiva a dar saltos y corear los estribillos.

Llegó un punto en la ceremonia en el que el reverendo pidió que caminasen hasta el altar todos aquellos recién llegados que quisieran aceptar a Jesús como salvador y redimir sus culpas. Es graciosa la cara de Kris cuando admite que pensó “Ni loco me acerco”, al mismo tiempo que se levantaba para aproximarse. Actuaba sin tener claro qué estaba pasando, sólo sabía que sentía algo en su interior. De igual modo, cuando el reverendo Snow le preguntó si quería aceptar a Jesús como salvador, Kristofferson le respondió que no lo sabía. A pesar de sus dudas, el religioso le impuso sus manos y le dijo que sus pecados quedaban perdonados.

En la biografía The wild american, escrita por Stephen Miller, Kristofferson recuerda que se vino abajo y comenzó a llorar. Dice que aquellas palabras de perdón le llevaron a pensar en su familia y amigos, en todos aquéllos a los que sentía que había fallado o decepcionado, se sintió vulnerable, y finalmente, profundamente aliviado. En la entrevista que recoge el libro –y en parte también en el vídeo- Kristofferson insiste en que no sabía si aquello había sido una experiencia religiosa, espiritual o simple sugestión, pero tampoco le importó.


Lo que le afectó de verdad fue la tremenda paz que alcanzó tras esa vivencia, y aquella misma tarde, de regreso en el asiento trasero del coche de Connie Smith, escribió esta maravilla de canción, ‘Why me’ (citada habitualmente como 'Why me Lord'), en la que, con su sencillez y concisión habitual, Kristofferson se desnuda espiritualmente y, a modo de San Pablo descabalgado, se pregunta por qué ha tenido la oportunidad de ser “rescatado”, y se presenta dispuesto a replantear su vida. La canción acabaría convertida en un clásico gospel contemporáneo, con decenas de versiones a cargo de numerosos artistas, entre ellos Johnny Cash o Elvis Presley, que siempre la presentaba como una de sus piezas favoritas.

La discográfica de Kristofferson, Monument, no estaba convencida de sacar como sencillo una canción como aquélla y de incluirla en un álbum que precisamente tenía por título otra canción que, en las antípodas aparentemente, dibujaba a Jesús como revolucionario hippie. Pero finalmente aceptaron, y el tema -que contaba con coros de Coolidge y Gatlin- ganó numerosos premios, además de considerables beneficios.

No mucho después de aquella jornada, Kristofferson actuó en el legendario Grand Ole Opry, y reconoció que era su primer concierto sobrio en mucho tiempo. Hay que decir que los más tradicionalistas del mundillo musical de Nashvilla aquella canción les noqueó. Kristofferson tenía muy mala prensa entre ellos, entre los que era conocido como el "barbudo hippie pacifista", que actuaba en los festivales con su aspecto desaliñado, su vocabulario "vulgar" y su postura beligerante contra el gobierno Nixon. Que una composición de aquel sujeto pasase a ser incorporada en todos los cancioneros religiosos del país era algo inaudito.

La canción empieza en el minuto 3:20. Antes, Kris narra la experiencia que la inspiró.

¿Por qué yo, Señor?

¿Por qué yo, señor?
¿He hecho alguna vez algo
Para merecer siquiera uno
De los placeres que he tenido?

Dime, Señor,
¿He hecho alguna vez algo
Para ser digno de quererte
O de la amabilidad que has mostrado?

Señor, ayúdame, Jesús,
Estoy tan acabado.
Ayúdame, Jesús,
Sé lo que soy.

Ahora que sé
Que te necesito tanto,
Ayúdame, Jesús,
Mi alma está en tus manos.

Pruébame, Señor,
Si crees que hay una forma,
Puedo intentar devolverte
Todo lo que te he quitado.

Tal vez, Señor,
Pueda mostrarle a alguien más
Cuál sido mi proceso
Hasta volver a ti.

Señor, ayúdame, Jesús,
Estoy tan acabado.
Ayúdame, Jesús,
Sé lo que soy.

Ahora que sé
Que te necesito tanto,
Ayúdame, Jesús,
Mi alma está en tus manos.

Ésta era una de las canciones favoritas de Elvis. La voz principal aquí, un bajo prodigioso, corresponde a J.D. Sumner, líder de The Stamps, que acompañaban al Rey en sus directos.

Why me

Why me Lord, what have I ever done
To deserve even one
Of the pleasures I've known
Tell me Lord, what did I ever do
That was worth love from you
Or the kindness you've shown.

Lord help me Jesus, I've wasted it so
Help me Jesus I know what I am
Now that I know that I've needed you so
Help me Jesus, my soul's in your hand.

Tell me Lord, if you think there's a way
I can try to repay
All I've taken from you
Maybe Lord, I can show someone else
What I've been through myself
On my way back to you.

Lord help me Jesus, I've wasted it so
Help me Jesus I know what I am
Now that I know that I've need you so
Help me Jesus, my soul's in your hands.

2 comentarios:

from the mars hotel dijo...

Gran gran historia, emocionante y espiritual......

salut !!


Albert

Javier Márquez Sánchez dijo...

Yo la desconocía ahsta que recientemente la leí ene sa biografía de Kristofferson. Y hace aún menos tiempo que encontré el citado vídeo. Sin duda es una de esas experiencias que pueden afectar a la vida de un hombre.

Un saludo, Albert.