lunes, 29 de marzo de 2010

Casey's last ride (El último viaje de Casey)

Proseguimos con el álbum Kristofferson (1969) llegando al séptimo tema, que abre la segunda cara en la edición en vinilo (¡arriba el vinilo!). Es una canción dura y amarga, que retrata el asfixiante ambiente de la ciudad subterránea a través de unos personajes que parecen haberse conocido en el metro y es en ese ambiente oscuro y opresivo al que ha quedado relegada su relación. Como ocurre en otras canciones de este disco, y de buena parte de la discografía de Kristofferson, se trata de caracteres sin esperanza ni redención, que asumen su destino y prefieren no pensar demasiado en él. Ante la dureza de la letra y la música, las estrofas en las que "ella" le habla a Casey, el protagonista, son de una ternura estremecedora. Musicalmente, además, desaparece el acompañamiento rítmico que evoca el traqueteo del tren y aparecen los violenes que buscan una dulce paz imposible.

El último viaje de Casey

Casey se suma al sonido sordo de la gente silenciosa que pasa
Bajando las escaleras del metro hacia las sombras allá abajo.
Siguiendo sus pasos a través de los tenuamente iluminados corredores
De silenciosa desesperación, sin hablar nunca con un alma.

El aire envenenado que respira tiene ese sucio olor a muerte
Porque nunca ha visto el sol y nunca ha sentido la lluvia.
Pero Casey sigue las indicaciones e ignora los ecos fatales
Del chasquido de los torniquetes
Y el ruido de sus cadenas.

“Oh”, dijo ella, “Casey, hace tanto tiempo desde la última vez que te vi”
“Toma”, dijo ella, “sólo un beso para que sonrías”
“Mira”, dijo ella, “me he puesto medias nuevas para agradarte”
“Dios”, dijo ella, “Casey, ¿puedes quedarte sólo un momento?”

Casey sale del metro y se detiene en el Golden Crown
En busca de algo líquido para eliminar el escalofrío que lleva en los huesos
Observando su reflejo en la vida de todos los hombres solitarios
Que se aferran a cualquier cosa que les impida volver a casa.

Sentado en un rincón, Casey bebe su pinta de cerveza amarga
Sin mirar nunca en el espejo a la gente que pasa
Entonces tropieza al marcharse y se pregunta si la razón
Es la cerveza en su tripa o la lágrima en su ojo.

“Oh”, dijo ella, “supongo que no piensas demasiado en mi”
“Ahora”, dijo ella, “ahora tienes tu propia familia”
“Sin embargo”, dijo ella, “es algo maravilloso sentir tu cuerpo”
“Dios”, dijo ella, “Casey, es triste estar sola”.


Casey's last ride

Casey joins the hollow sound of silent people walkin' down
The stairway to the subway in the shadows down below
Following their footsteps through the neon darkened corridors
Of silent desperation never speaking to a soul
The poison air he's breathing has the dirty smell of dyin'
Cause it's never seen the sunshine and it's never felt the rain
But Casey minds the arrows and ignores the fatal echoes
Of the clickin' of the turnstiles and the rattle of his chains

Oh she said Casey it's been so long since I seen you
Here she said just a kiss to make a body smile
See she said I've put on new stockings just to please you
Lord she said Casey can you only stay a while

Casey leaves the underground and stops inside the Golden Crown
For something wet to wipe away the chill that's on his bones
Seeing his reflection in the lives of all the lonely men
Who reach for anything they can to keep from going home

Standing in the corner Casey drinks his pint of bitter
Never glancing in the mirror at the people passing by
Then he stumbles as he's leavin' and he wonders if the reason
Is the beer that's in his belly or the tear that's in his eye

Oh she said I suppose you seldom think about me
Now she said now that you've a family of your own
Still she said it's so blessed good to feel your body
Lord she said Casey it's a shame to be alone

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